La winterización es una operación que consiste en eliminar de ciertos aceites los componentes que se solidifican a bajas temperaturas y, por lo tanto, son una fuente de turbidez o sedimentación en el envase. El proceso consiste en filtrar el aceite enfriado bajo estricto control.

La winterización no se practica tan ampliamente en países cálidos y su aplicación se limita principalmente a los aceites de girasol, maíz, algodón, oliva, salvado de arroz y soja parcialmente hidrogenada. El material de alimentación de la planta de winterización suele ser aceite decolorado, a veces aceite neutralizado o desodorizado. El proceso de winterización se lleva a cabo en cuatro etapas:

  1. El aceite se preenfría en intercambiadores de calor.
  2. Se agrega el agente de filtración justo antes del primer cristalizador y el aceite se enfría lentamente, durante al menos 6 horas, requisito previo para una cristalización suave.
  3. La forma cristalizada se mantiene durante 6 horas en el madurador, a la temperatura final de enfriamiento.
  4. Luego, el aceite se filtra en filtros horizontales herméticos de hojas. La temperatura del aceite a menudo se eleva justo antes de la filtración para reducir la viscosidad y facilitar el proceso.

Normalmente, un aceite winterizado debe mantenerse claro durante al menos 24 horas a 0°C. Esto corresponde a un contenido de cera por debajo de 50 ppm.

La winterización es un proceso esencial en la industria de los aceites, ya que permite garantizar que los productos mantengan su apariencia clara y atractiva, incluso a temperaturas más frías. Al eliminar los componentes que podrían solidificarse y causar turbidez, se asegura la calidad y la estabilidad de los aceites en diferentes condiciones de almacenamiento y uso. Además, la winterización es especialmente importante en climas fríos, donde los aceites pueden verse afectados por la formación de cristales y la sedimentación. Gracias a la winterización, los consumidores pueden disfrutar de aceites claros y limpios en todas las estaciones del año.