Los residuos industriales se refieren a aquellos materiales que se producen en grandes cantidades y que no son utilizables de ninguna manera. La definición de residuo puede ser subjetiva, ya que lo que puede ser considerado como desperdicio para una persona, puede ser un recurso valioso para otra. Sin embargo, es importante contar con una definición estricta, clara y legal que cumpla con las regulaciones vigentes.

Existen diversos tipos de residuos generados por las industrias. Estos residuos están asociados no solo con la producción de materias primas y su transformación en el lugar de uso, sino también durante los procesos de fabricación, procesamiento y empaquetado (Fig. 3.1) [I].

Para ilustrar esto, podemos tomar como ejemplo la industria alimentaria del maíz. Esta industria involucra el cultivo y cosecha del maíz en los campos, su transporte a una planta de procesamiento para la producción de alimentos como harina de maíz, aceite de maíz, carboximetilcelulosa y glucosa. Durante este proceso, se generan grandes cantidades de residuos, como aguas residuales y cáscaras de maíz. Estos subproductos pueden ser reutilizados, por ejemplo, las aguas residuales pueden utilizarse para el riego de tierras y las cáscaras de maíz pueden ser aprovechadas en la alimentación animal. Sin embargo, si por alguna razón no pueden ser utilizados de manera adecuada, se convierten en residuos.

El aumento en la regulación de la gestión de residuos industriales ha llevado a la necesidad de contar con una definición precisa de los diferentes tipos de residuos, especialmente para otorgar licencias a instalaciones de gestión de residuos. En general, la naturaleza de los residuos es heterogénea, lo que los hace materiales difíciles de describir, definir y clasificar.