Es crucial comprender las diversas fuentes de las cuales se obtienen los aceites comestibles y las grasas principales que contribuyen a su producción. Si bien varios cientos de plantas y animales producen grasas y aceites en cantidades suficientes como para justificar su procesamiento en aceites comestibles, solo algunas fuentes tienen una importancia comercial significativa. En este artículo, nos adentraremos en las principales fuentes de aceites comestibles en todo el mundo y en los métodos empleados en su procesamiento.

Al analizar los orígenes de las grasas comestibles, es importante destacar que la mayoría de los aceites comestibles son de origen vegetal. El aceite de oliva y el aceite de palma se extraen de las frutas correspondientes. Todos los demás aceites se extraen de semillas oleaginosas. La producción mundial de semillas oleaginosas y otros cultivos ha aumentado significativamente en los últimos años para satisfacer las crecientes necesidades de aceites y grasas en el mundo.

La producción mundial de semillas oleaginosas en 2003 fue de 335.9 millones de toneladas. La soja constituye la mayor parte (56 por ciento) y los Estados Unidos son los principales productores de esta cosecha. Malasia se dedica principalmente al cultivo de palma. Filipinas cultiva coco. China, Europa, India y Canadá cultivan colza (canola). El girasol se cultiva en Estados Unidos, Australia, Europa y Argentina. El mercado de semillas de algodón está dominado por Estados Unidos, China, Pakistán, India y la antigua Unión Soviética.

El consumo mundial de aceites vegetales en 2003 fue de 87.2 millones de toneladas. El consumo en Estados Unidos fue de 9.91 millones de toneladas. En el mercado estadounidense, las grasas animales (sebo y manteca) tienen una participación relativamente pequeña (2 por ciento) en comparación con los aceites vegetales. El consumo de cuatro aceites: soja (80 por ciento), maíz (4 por ciento), colza (4 por ciento) y semilla de algodón (3 por ciento), ha aumentado rápidamente en los últimos 30 años en comparación con los aceites tradicionales y las grasas animales. La Figura 4.3 muestra el consumo de grasas y aceites comestibles en Estados Unidos en 2003.

En conclusión, comprender las fuentes de los aceites comestibles y las grasas principales es fundamental para abordar el estudio de estas sustancias. Con un enfoque en las plantas oleaginosas y los animales de producción, podemos apreciar la importancia de estos recursos en la industria de los aceites comestibles y su contribución al consumo mundial.