El trabajo en espacios confinados ha sido históricamente peligroso y ha resultado en numerosas muertes debido a la asfixia, envenenamiento por gases, explosiones y ahogamientos. Los trabajadores involucrados en la reparación de alcantarillado, limpieza, inspección, pintura y fumigación enfrentan riesgos de asfixia, ahogamiento y toxicidad debido a la exposición química en estos espacios.

Un espacio confinado es aquel lo suficientemente grande para que un empleado entre y realice tareas, pero con restricciones en cuanto a movimientos y actividades. Estos espacios pueden tener una atmósfera peligrosa, y los incidentes ocurren debido a la falta de reconocimiento de los peligros asociados. Algunos ejemplos de espacios confinados en una planta incluyen tanques, silos, contenedores de almacenamiento, recipientes, pozos y líneas de alcantarillado. También se incluyen fermentadores grandes, evaporadores multieficientes, calderas y pozos en esta lista.

Hay otro tipo de espacio confinado conocido como "espacio confinado con permiso requerido", el cual implica peligros graves para la seguridad y la salud, como engullimiento, atrapamiento u otros riesgos reconocidos. Esto incluye espacios confinados con sustancias químicas, aguas residuales, gases o vapores inflamables, bajos niveles de oxígeno, monóxido de carbono y concentraciones altas de dióxido de carbono. Cualquier entorno o condición que pueda causar la muerte, lesiones graves, incapacidad, deterioro de la capacidad de rescate o enfermedad aguda es considerado un espacio confinado que requiere permiso. Además, un espacio confinado puede contener sustancias líquidas o sólidas finamente divididas que pueden ser aspiradas y causar obstrucción del sistema respiratorio, o ejercer suficiente presión como para causar asfixia, constricción o aplastamiento.

En algunos casos, la configuración interna de un espacio confinado está diseñada con paredes convergentes hacia adentro o un piso inclinado hacia abajo, lo cual puede atrapar a una persona o contribuir a la asfixia. Estos espacios se conocen como espacios confinados de permiso requerido y ejemplos de ellos son los fermentadores y digestores.

Los peligros asociados con los espacios confinados pueden ser de naturaleza atmosférica, física, eléctrica, mecánica, química, biológica, de radiación, temperatura extrema o estructural.

Los peligros atmosféricos están relacionados con la presencia o ausencia de ciertos gases, así como la presencia de vapores inflamables y tóxicos. Hay tres clases de espacios confinados según los peligros atmosféricos:

Clase A: Peligro inmediato para la vida debido a niveles de oxígeno inferiores al 16% o superiores al 25%, inflamabilidad superior al 20% y toxicidad muy alta.
Clase B: Peligroso pero no representa una amenaza inmediata para la vida, con niveles de oxígeno entre el 16% y el 19.4%, inflamabilidad del 10% al 19%, y toxicidad mayor que el nivel de contaminación.
Clase C: Potencialmente peligroso para la vida con niveles de oxígeno entre el 19.5% y el 21.4%, inflamabilidad inferior al 10%, y toxicidad inferior al nivel de contaminación.
Los peligros físicos pueden derivar de accidentes mecánicos, eléctricos, por inmersión, ruido y tamaño de las aberturas de entrada y salida. La activación de equipos mecánicos y eléctricos como agitadores, batidoras, bombas y prensas puede causar lesiones a los trabajadores en espacios confinados. La liberación de sustancias químicas, superficies resbaladizas, objetos que caen y líquidos a alta presión también representan riesgos potenciales en estos espacios. La falta de espacio, la ventilación inadecuada, la luz excesiva y el ruido también aumentan los riesgos asociados con los espacios confinados. Los desechos químicos y los productos químicos utilizados en los procesos industriales también pueden representar una amenaza para la vida en estos espacios.

Es fundamental contar con un programa integral para trabajar en espacios confinados, que incluya los siguientes puntos:

  • Identificar y evaluar los peligros de todos los espacios confinados en las instalaciones.
  • Colocar carteles de advertencia en la entrada de todos los espacios confinados identificados.
  • Realizar un análisis de seguridad laboral para cada tarea en espacios confinados, incluyendo un plan de entrada, designación de personal de rescate, comunicación entre trabajadores, procedimientos de rescate y procedimientos de trabajo específicos.
  • Realizar pruebas y monitoreo de la calidad del aire en los espacios confinados, incluyendo niveles de oxígeno, toxicidad, presencia de materiales inflamables, presión de aire y contaminantes.
  • Preparar el espacio confinado adecuadamente, mediante aislamiento, bloqueo, etiquetado, purga, limpieza y ventilación, y adquirir equipos especiales y herramientas según sea necesario.
  • Utilizar equipo de protección personal para proteger los ojos, oídos, manos, pies, cuerpo, pecho y vías respiratorias, así como dispositivos mecánicos de protección y arneses de seguridad.
  • Además de los puntos anteriores, es necesario proporcionar capacitación y realizar simulacros periódicos para los trabajadores, supervisores, personal de rescate y rescatistas.
  • Es esencial abordar de manera rigurosa y proactiva la seguridad en el trabajo en espacios confinados para proteger la vida y la salud de los trabajadores involucrados.